Cómo adelgazar: fuera mitos
Cuidado con la pregunta: ¿Cómo adelgazar?
Cada vez más personas se interesan por su salud y su aspecto físico queriendo perder peso, pero adelgazar no es cosa de broma ni un asunto que tomarse a la ligera. Es un error frecuente creer todo lo que se oye acerca de trucos para adelgazar, inventos y dietas drásticas.
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Falsos mitos sobre adelgazar
Desmontamos algunos de los mitos más frecuentes sobre consejos para adelgazar que NO funcionan o lo que es todavía peor: ¡no son buenos para tu salud!
1. “La fruta y el agua sólo entre horas, durante la comida engordan”: Seguro que has oído que debes beber dos litros de agua al día y, al menos, tomar cinco raciones de fruta y verdura. En todas las dietas debe incluirse el agua como elemento vital para la nutrición e hidratación del ser humano, y además por su efecto saciante. Por supuesto, la fruta gracias a sus numerosas vitaminas y fibra, debe ser otro pilar de nuestra alimentación saludable.
¿Cuál es el falso consejo para adelgazar? Sí se puede tomar agua durante la comida o cena, pues no aporta calorías de más y es perfectamente saludable. Tampoco es cierto que la fruta no sea recomendable como postre, pues aporta las mismas calorías que tomada entre horas y puede saciarte más.
2. “Los alimentos integrales adelgazan”: Si bien es cierto que se recomiendan en muchas dietas, los alimentos integrales como por ejemplo el pan integral no suelen contener menos calorías que los normales. Aún así, sigue siendo más saludable lo integral por su aporte en cereales y fibra.
3.”Saltarse comidas o reducir la ingesta a una vez diaria”: Este es uno de los peores consejos que puedes aplicar si quieres perder peso. ¿Cómo adelgazar? Precisamente realizando las 5 comidas diarias que tu cuerpo necesita. Ingestas más pequeñas pero más frecuentes ayudan a lograr bajar de peso mientras que una ingesta única pero abundante o los períodos de ayuno rompen el ritmo del metabolismo y te harán ganar peso. Saltarte una comida aumentarán tu ansia y comerás de más en la siguiente y, a la larga, pueden provocarte incluso diabetes.
